Entrevista a Carlos Telmo

“Deberíamos aprender más de los chinos”

Es uno de los Relaciones Públicas más importante de nuestro
país y ha sido Jefe de Protocolo del Pabellón de España en la
Exposición Universal de Shanghai. Nació en Ronda pero tiene
su vida en Sevilla. Por Cristina Reyes Baro.

- Usted ha estado en Shanghai, pero
cuéntenos, al llegar allí, a un país tan distinto
al nuestro, ¿qué es lo primero que
pensó y qué hizo al bajarse del avión?

- Lo confieso, lo primero que hice fue ir
a un supermercado, pero en vez de comprar
leche lo que compré fue yogur. Allí
no saben inglés, y yo chino no sé. Al principio
se vive una sensación rarísima. Eso
de no conocer el idioma, no saber leer ni
poder hablarlo... Me sentía rarísimo.-Reímos-.
-Y en cuanto a la comida, ¿es partidario
de la comida china, o sus paellas y tortillas
no tienen ningún sustituto?

- A mí la comida española me encanta, la
tortilla, la paella, el jamón... pero he descubierto
la comida china al vapor y además
he adelgazado.
- Sabemos que ha participado en la Exposición
Universal de Shanghai que ha
finalizado recientemente. ¿Nos podría
hablar un poco de cómo se consigue una
perfecta organización de tan elevado
despliegue?

- Lo que se quería vender era España. El
Pabellón ha sido muy atractivo porque la
arquitectura ha gustado mucho... han pasado
más de siete millones de habitantes
por allí, lo cual es una cifra para nosotros
como imposible ¿no? Siete millones de
persona viendo la Exposición Universal.
Había tres salas distintas gracias a las que
te hacías una visión de España. La primera
era muy colorista, muy tópica, muy típica…
que era de Vigas Luna. Todas las
demás eran de directores de cine muy consolidados.
La segunda representaba a las
ciudades de los últimos 50, 60 años de España,
desde la España rural a la España
que tenemos ahora; y la última sala era
Miguelín, nuestra mascota.
Supongo que toda esta organización
tendría un horario de visitas, ya que uno
acabaría bastante agotado de estar todo
el día acompañando a las diferentes personas
a la exposición.

- Han participado diferentes países en
la Exposición, pero ¿podría decirnos
cuántos han sido exactamente?

-No me acuerdo pero había más de 200
participantes. Una barbaridad, ha sido récord
de participación.
-
¿Cuánto ha durado la exposición?
-Seis meses, al igual que la EXPO de Sevilla.
Su duración fue también de seis
meses.

-¿Cuánto aproximadamente ha supuesto
- A nivel económico no podría darte una
respuesta. La verdad es que no sé, sé que
ha sido una inversión brutal pero creo que
va a estar más que rentabilizada, ya que
han pasado por allí todas la Comunidades.
Me parece que han faltado dos no recuerdo
cuáles.
-Un antes y un después acerca de la imagen
que tenía y tiene de Shanghai.
-Antes no sabía nada, pero acepté el
cargo que me propuso la Comisaria sin
pensarlo. Estaba nerviosísimo, y no me informé
sobre la ciudad, y dije yo ¡bueno, ni
me voy a meter en Internet ni nada ya la
descubriré cuando vaya allí! Entonces ha
sido ¡ah! Un descubrimiento. Me ha enamorado.
Me ha encantado todo lo que he
podido visitar. Me iría a vivir ahora
mismo a Shanghai.
-Dígame, aunque sabemos que es comprometido,
después de haber vivido
ambas experiencias, ¿Sevilla o Shanghai?
-Ahora mismo irme de Sevilla a Shanghai.
Hacer una ida y vuelta.-
- Usted participó en la EXPO del 92,
ahora nos ha tocado la Crisis. ¿Qué nos
puede decir?
- En esta Exposición nos ha tocado la crisis,
cuando diseñan el pabellón y todo el
interior lo hacen desde un proyecto súper
ambicioso, realizado por Enrique Miralles
Taglavúe, un estudioso de arquitectura conocidísimo.
En el 93 también hubo crisis,
y la Exposición Universal de Sevilla fue
importantísima. La diferencia radica en
que tecnológicamente hubo
más aportaciones interesantes
en el 92, porque fue
la primera vez que tuvimos
teléfonos móviles. Hubo una
revolución. Fue la primera
vez que tuve un ordenador
en mi mesa que apenas sabía
utilizar. Shanghai es una ciudad de más de
20 millones de habitantes a diferencia de
Sevilla que tiene 700.000 habitantes. Sevilla
hizo más suya la Exposición. Todo lo
que sucedía en la EXPO se veía en la ciudad.
En Shanghai era más impersonal. La
Exposición era mucho más grande. Han
batido un récord y de alguna forma ha sido
aparte de las Olimpiadas de Pekín la
puesta de largo o la presentación al mundo
de China. ¡Cuidadito con lo que viene con
los chinos! La primera potencia del
Mundo seguro, ni americanos ni nada,
ellos.
-Somos conscientes de la gran cantidad
de personas importantes que conoce
usted ya que es un RR.PP. muy importante.
De hecho sabemos que organizó la
Boda de Fran Rivera, ¿cómo se vive una
experiencia de este tipo?
-¡Ah!-chilla ante esta pregunta- Pues eso
ha sido uno de los regalos que me ha
hecho la vida. Muy divertido. Yo más que
organizar la boda fui el portavoz de la casa
de Alba durante la época de la boda. Fueron
personas muy importantes, desde la
Infanta Elena que fue con su entonces marido,
artistas, toreros, aristocracia…
Fue un evento inolvidable y maravilloso,
Muy bonito para Sevilla.
-¿Cuál es su lugar de estancia favorito?
-
Mi barrio, y en España tengo muchos
sitios pero me encanta mi pueblo,
Ronda, tengo mucho contacto
siempre. Y me encanta Tánger,
tengo una casita allí. Voy siempre que
puedo. Y ahora me voy a tener que escapar
también a China.

- ¿ Qué opinión tiene de Sevilla en particular?
-
Sevilla es una ciudad preciosa, el único
problema es que no la cuidan y la están
destrozando, y en cuanto a los transportes
públicos, funcionan fatal aquí. Estoy totalmente
en contra del tranvía ¡me parece un
horror!-Exclama indignado-. El metro es
muy chico y el tranvía muy grande.-
Coge
su paquete de tabaco, se le cae al suelo,
lo recoge y se enciende un cigarro. Luego
continua hablando del metro-.
Un metro
que han hecho en el siglo XXI, en 2010,
que han tardado no sé cuántos años en
abrir y lo hacen por fuera, que parece una
montaña rusa. Los chinos lo primero que
han hecho ha sido llevar el metro allí, a la
parte nueva, para comunicar a la gente.
Nos reímos tanto de ellos…y van por delante
de nosotros. Yo no me subo al tranvía
por principios. Lo hice una vez y fue por
su inauguración, iba el alcalde y
demás...pero el tranvía es cosa para los
ricos.

- ¿A qué se dedica ahora?
-
Soy colaborador de la Radio de Canal
Sur todas las mañanas desde hace nueve
años y tengo mi empresa de RR.PP.

-En general, ¿qué ha podido ver y qué
experiencias ha vivido al relacionarse
con el resto de personas de diferentes culturas?

-Tenemos que aprender mucho de los chinos…
a trabajar. Trabajan una burrada.
Hay una diferencia
social importantísima, porque como
son tantos hay algunos riquísimos, riquísimos,
y otros con salarios mínimos…
Complicado.

Como hemos podido comprobar, aunque
ya hace un par de meses que volvió de
Shanghai, Carlos añora mucho aquella
cultura tan diferente y que tanto le ha enamorado.
Al hablarnos de China se ve en
sus ojos el amor que siente por aquel
lugar, y el cariño que le ha cogido a todas
las personas qu ha podido conocer allí.
Como nos confesó, no descarta la idea de
irse a trabajar a China, es más, estaría
agradecido de que le saliese un trabajo
allí. Eso sí, tampoco quiere abandonar Sevilla
ya que hace años que vive en esta
“bella ciudad”, como él describió, por lo
que no le importaría estar yendo y viniendo
de Sevilla a Shanghai. Ahora
siente nostalgia, y todo le trae recuerdos.
Le apasiona hablar de aquella exposición,
de los chinos, a los cuales admira y de sus
vivencias . También nos dijo, que la próxima
vez que vaya no se llevará ninguna
maleta, ni nada de ropa. Se llevará tan
solo una mochila ya que en China se comprará
la maleta que “esté más de moda”,
y la llenará con ropa que compre allí, ya
que eso es una espinita que se le ha quedado
grabada.
Carlos Telmo fue invitado a la exposición
sin haber estado nunca en China, y lo
aceptó encantado. Ahora viene con una
carga de experiencias y de buenas vivencias
que le encantaría repetir.



todo esto?