miércoles, 1 de junio de 2011

24 horas conectados


Es el nuevo amigo/a...
Es el nuevo novio/a...
Es el nuevo compañero/a...

Hacía ya unos días que quería escribir sobre un asunto que me parece relevante y que me impresiona bastante. No sé si es que "no voy a la moda", o las tecnologías no son lo mío...-que tampoco lo creo así.
Hablo del nuevo jueguecito de moda, el o la blackberry, lo he escuchado ya de tantas maneras...
El otro día cuando salí con una amiga a cenar me quedé sorprendida. Mientras esperábamos la cena y hablábamos-lo normal-, me dio por observar a mi alrededor. Justo detrás, un joven, sólo, estaba conectado a su blackberry, el "tin tin" del chat no dejaba de sonar... Un buen entretenimiento si estás esperando a alguien ¿no? En la mesa de al lado una pareja, ambos con su blackberry, sin diálogo, conectados al teléfono. En otra mesa, intermediaria entre estas dos, hacía lo mismo una mujer. Volviendo al primero, que se entretenía con su chat del móvil, pronto se vio envuelto de amigos que acababan de llegar. Se saludaron, pero el muchacho seguía a lo suyo, al rato escuchamos a su amiga quejarse, algo enfadada, diciéndole que soltara el móvil, que no habían quedado para estar enganchados al jueguecito. Al muchacho parece que le molestó el comentario.
Salir a la calle, hablar con los amigos, salir para despejarte y tomar el aire, hablar con tu pareja... Parece que todos estos hábitos se pierden con esta nueva tecnología. Es increíble cómo puede existir una barrera entre tú y otra persona, y esa barrera sea un pequeño artilugio que no para de sonar. Se supone que estamos en un mundo donde predomina la comunicación, podemos hablar con alguien que esté a miles de kilómetros de nosotros, pero ¿qué pasa con lo más cercano? ¿Ya no se necesita la compañía de un ser querido? ¿Prefieres seguir "conectado" al mundo?
Realmente estamos en un mundo donde predomina la incomunicación y la deshumanización, donde se prefiere estar conectado a charlar, estar mirando una pantalla a mirar a la persona que tienes delante. Triste...pero cierto.